Érase una vez una empresa
moderna de esas en las que los dueños solo son interesados que ponen dinero, no para hacer algo que les
interese, sino que su único interés es obtener intereses en capital… esto es
ganar dinero a costa de algo que se pague bien aunque no valga para nada… y
cuyo lema de sus agresivas campañas internas entre sus ejecutivos, jefes de
producción y comerciales era:
¡LA VIDA ES ASÍ!
Y ocurrió, una vez, hace mucho,
mucho tiempo… que esta empresa necesitaba un profesional que fuera muy eficaz
en su gestión de unos problemas… Y necesitaba que este nuevo “operador” no
tuviera fallo ni error… que resolviera con precisión y solvencia la dificultad
de los contratantes… que supiera ingles (naturalmente, aunque no se sabe para que
demonios) y que costara lo que costara les dejara libres a los preocupados
gerentes de ese acuciante problema en su cadena de producción…
Y así fue que se hicieron las
campañas de captación de “el mejor” de los solucionadores de este problema… Se
lanzaron ofertas y promesas… por todas las redes sociales y por las
insociables… hasta por las mafiosas y piratas…
Nadie se preocupó, ni se
preguntó por la calidad de esa persona, solo por su capacidad, eficacia,
precisión… y, claro que supiera ingles, como no… nadie se planteó su filiación
política, ni religiosa, nadie pensó que ofrecer un trabajo delicado, como era
resolver el problema, solo por dinero era contratar a un mercenario, a un
pistolero, a un “loco” sin escrúpulos… pero se conformaban diciendo… “Si lo
soluciona, eso es lo que queremos”…
¡LA VIDA ES ASÍ!
Y ocurrió entonces que el
“recién contratado solucionador de problemas difíciles”… que era feo, flacucho,
desaliñado, sin afeitar, lleno de tatuajes, blasfemador y de Chicago… solucionó
el problema…
¡LA VIDA ES ASÍ!
Y, entonces, todos los
accionistas de la feliz empresa, en su egoísta reunión de reparto de
beneficios, no valoraron en mucho la labor de este “terminador” (o terminaitor
si lo prefieres en chapurriau ingliss) por el contrario minimizaron y desvalorizaron
la gestión… ya se sabe que una vez solucionado el problema… aquí no ha pasado
nada… y, no era para tanto…y le rebajaron el pago ya que así se ascendía el
reparto de dividendos al no haber gastos indeseados…y le dejaron casi sin su
finiquito con esa expresión que todos oímos en nuestras malas mañanas de
lunes…¡Ya no te necesitamos!, pasa por Administración y no vengas mañana
¡LA VIDA ES ASÍ!
Pero así fue que Terminador,
que también podríamos llamar Rambo, que no entendía de honores ni de fidelidades,
se enfado con la empresa contratante y decidió utilizar su estrategia
personalizada en el tratamiento del problema, contra la compañía que le había
maltratado en sus pagos concertados… que es tan fácil como darle la vuelta a la
punta de la espada de un mercenario y “tajar” al emperador que le había
contratado desde sus fiestas bacanales romanas… (Aunque los bárbaros no sabían
ni latín ni inglés)
¡LA VIDA ES ASÍ!
También podría haber llevado su
oferta de habilidad tan especializada a la empresa de la competencia para que
pronto sus ganancias se recuperaran y hundieran a la empleadora que no le
abonaba su contrato…
¡LA VIDA ES ASÍ!
¿Me sigues?
Si eliges la primera solución
de esta historieta… estamos hablando del celebre cuento “El Flautista de
Hamelin” que veremos este viernes 22 de
junio
Si eliges la segunda solución,
se trata del desastroso Nedry, el informático que traiciona y pone en desastre
a todo ese absurdo horror que se construía en isla nubla, El Parque Jurasico,
que trataremos el jueves 28 de junio…
Tu decides… Puede que pienses
que son obras para niños… pues dedícate al Parchis que eso si es para adultos
bien formados…
¡LA VIDA ES ASÍ!
Escrito por: Javier Morera
No hay comentarios:
Publicar un comentario