lunes, 3 de diciembre de 2018

SOPLA VIENTO DEL ESTE, WATSON



“Eran las nueve de la noche del 2 de agosto, el agosto más terrible de la historia del mundo. Ya entonces se podía pensar que la maldición divina estaba a punto de abatirse sobre un mundo degenerado, pues en el ambiente bochornoso y estancado se notaba un silencio impresionante y una vaga sensación de expectativa. El sol se había puesto hacía un buen rato, pero por el Oeste, a los lejos, se veía una larga línea de color rojo sangre que parecía una herida abierta. En lo alto relucían las estrellas, y por debajo, en la bahía, brillaban las luces de las embarcaciones. Los dos famosos alemanes estaban de pie junto al parapeto de piedra que bordeaba el sendero del jardín, dando la espalda a la casa baja y alargada, con grandes frontones, y mirando hacia el ancho tramo de playa que se extendía al pie del gran acantilado calizo en el que Von Bork, cual águila vagabunda, se había posado cuatro años atrás. Tenían las cabezas muy juntas y hablaban en tono bajo y confidencial. Desde abajo, las puntas encendidas de sus cigarros podrían haberse confundido con los ojos relucientes de algún maligno demonio que acechara en la oscuridad.
Un hombre notable, este Von Bork, sin parangón entre todos los devotos agentes del Kaiser. Sus grandes cualidades habían sido la causa de que se le encomendara la misión en Inglaterra, la más importante de todas; pero, desde que se había hecho cargo de la misma, estas cualidades se habían ido haciendo cada vez más evidentes para la media docena de personas que estaban al corriente de la verdad. Una de estas personas era su actual acompañante, el barón Von Herling, secretario jefe de la embajada, cuyo potente automóvil Benz de 100 caballos bloqueaba el camino rural, aguardando para llevar a su propietario de regreso a Londres”.

Terminando este año, cumpliendo con nuestro calendario, recorriendo las obras de Conan Doyle, llegamos a esa recopilación de relatos que ya vieron su publicación a comienzos del maltrecho y belicoso siglo XX…

El titulo es “SU ULTIMA APARICIÓN EN EL ESCENARIO”… mas o menos… y nos trae a un Holmes que cada vez sabe más, aunque también es mas humano y social… En varias ocasiones (17 de agosto y 3 de octubre) ya nos hemos dedicado a comentar y citar alguno de los relatos que ahora repasaremos el viernes 7 de diciembre en nuestra tertulia… pero en este caso creemos conveniente sumergirnos en el que le da titulo a todo el volumen… con esos aires de espías y guerras que tanto estaban acechando a esta Europa siniestra cargada de enfrentamientos ideológicos y económicos…

Es bueno leer estas ideas de hace un siglo… Es triste que parezca que nos están hablando de nuestra actualidad… Es curioso con lo que hemos adelantado y evolucionado en las investigaciones de carácter criminal y científico… y lo poco que avanzamos en ideas, en política, en vivir en paz y abundancia…
Os dejo con la despedida de este relato…
¿Qué vientos nos soplan ahora?

“Los dos amigos se enzarzaron durante algunos minutos en una charla íntima, rememorando una vez más los viejos tiempos, mientras su prisionero se esforzaba en vano por aflojar las ligaduras que le ataban. Cuando regresaban al coche, Holmes señaló hacia el mar iluminado por la luna y movió pensativo la cabeza.
— sopla viento del Este, Watson.
—A mí no me lo parece, Holmes. Hace mucho calor.
—¡El bueno de Watson! Es usted lo único inalterable en una época en la que todo cambia. Pero, aun así, va a soplar viento del Este, un viento como nunca se ha visto soplar en Inglaterra. Será un viento frío y crudo, Watson, y puede que muchos de nosotros nos apaguemos bajo su soplo. Pero, con todo, es Dios quien envía el viento, y cuando amaine la tormenta, el sol brillará sobre una tierra más limpia, mejor y más fuerte. Arranque, Watson, que ya es hora de que nos pongamos en marcha. Tengo aquí un cheque por valor de quinientas libras que habrá que cobrar cuanto antes, porque el firmante es muy capaz, si puede, de ordenar que no se pague”.



Escrito por: Javier Morera

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