La palabra ermitaño nos suele hacer pensar en
individuos solitarios y poco sociables que habitan parajes desérticos y nada
agradables a curiosos y turistas. Así nos presenta el autor a su “maestro”, que
en contra de la forma de llamarlo, siempre está acompañado de admiradores y
discípulos.
A lo largo de 27 capítulos, este buen “amigo” nos va
llevando por las vicisitudes tanto vitales como espirituales que tanto nos
preocupan y tan mal sabemos gestionar… el trabajo, el dinero, el tiempo, las
relaciones afectivas, la salud… el devenir, la muerte… Ayuda a reflexionar
sobre problemas de existencia y trascendencia… o simplemente sobre dificultades
con el trabajo, la pareja, los apuros económicos… siempre desde una doctrina
muy humana, budista, cristiana, musulmana o simplemente de sentido común… "psicológica
de práctica clínica de Consejo" en un mundo donde todo se nos complica y nada
se educa hacia la sencillez y la madurez…
Y así nos invita el ermitaño a sembrar semillas de
vida, de alegría, de gratitud… Nos recuerda que la mente tiene dos mundos
distintos y separados: el interior y el exterior… y que solo se encuentran en
una puerta: la conciencia… Recomienda usar la atención para vivir el presente,
el ahora, el ya… la relajación, la oración, la meditación… No juzgar, no
censurar, no criticar… solo dar cariño, amistad, amor… Entrenar la capacidad de
asombro… cultivar el detalle y la sensibilidad, siempre desde la sencillez y la
sinceridad… la fuerza de la palabra, el gesto, el mimo…
Un aspecto curioso de este texto es que el ermitaño,
nuestro maestro espiritual, no se apoya tanto en filosofías o escritos
litúrgicos de grandes pensadores, sino en pequeñas citas sacadas de películas
que casi todos hemos visto y nos resultan mucho más interesantes cuando el
autor pone en el contexto del aprendizaje que nos anuncia…
Alguna cita muy sabrosa de este libro:
“Cuando uno se cae al suelo, se levanta con la ayuda del suelo”
“Una de las mayores equivocaciones que podemos cometer es creer que
somos capaces de hacer poco, y por tanto no hacemos nada”
“No hay más camino que el que recorremos, ni mas puerta que la que traspasamos”
Os invito a pensar y reflexionar sobre algunas de
las muchas historias y situaciones que nos presenta este libro de principios
del siglo XXI… que se titula: EL
ERMITAÑO QUE VEÍA PELICULAS DE HOLLYWOOD,
de Raúl de la Rosa.
Escrito
por: Javier Morera