Cuando llegas a ciertas edades y adquieres algunos
conocimientos y suficiente madurez para apreciarlos con cierta relatividad, te
das cuenta y tomas conciencia de que muchas cosas que parecen o se ofrecen como
nuevas y “modernas”, solo son revisiones, remodelaciones, reestructuraciones
que ya están por nuestras crónicas hace muchos años o siglos… A veces toman
formas algo distintas y siempre cambian en los nombres y en las valoraciones,
pero no son tan nuevas en el fondo, en la esencia, como lo parecen o nos las
ofrecen algunos…
La escritora inglesa, de literatura juvenil, Enid Blyton (1897-1968) que podría ser
mi bisabuela, escribió y publicó en 1942 un libro titulado LOS CINCO Y EL TESORO DE LA ISLA, que además de ser un éxito, fue
el inicio de toda una colección, con muchas decenas de reediciones, series de
televisión, películas…. En este primer libro y en todos los siguientes,
aparecen tres hermanos: Julián, Dick y Ana de entre 12 y 10 años, ingleses, que
veranean por razones familiares, en casa
de sus tíos, padres de una niña de 11 años que es algo difícil y solitaria… Se
llama Jorgina, pero quiere ser llamada y valorada como Jorge… y ahí tenemos una
de las cosas curiosas de estas historias… la autora, que parece proyectarse
algo en esta jovencita, la propone como ejemplo para los niños y adultos… y nos
va describiendo claramente todas las características de Jorge que son
manifiestamente “masculinas” para su época…. Desde el vestir y los comportamientos,
hasta como dice esta persona que no quiere ser tratada como una niña… Y siguen
las historias sin que nadie se enfade ni intente cambiar a Jorge… Y era algo
difícil en la conservadora Inglaterra de hace mas de 80 años… Y así, se lo
encontraban los lectores de aquellas épocas… y en nuestra cultura por los años
sesenta fueron exitosos… y todos los leíamos con naturalidad, al menos la
mayoría….
“-Soy Jorge –dijo la muchacha-. Solo te contestaré si me
llamas Jorge. No soporto ser una chica. No quiero serlo. No me gusta nada de lo
que acostumbran a hacer las chicas. Me gustan las cosas que hacen la mayoría de
los chicos….”
También aparece el célebre perro Tim, amado y
humanizado entre aquellos niños… y los misterios y secretos que siempre tienen
que descubrir y lo hacían antes y mejor que los adultos, cosa normal, al ser
tan listos y perspicaces… Los temas de hoy… misterios… mascotas…
No olvidemos la importancia de valores como la
comunicación, la solidaridad, el respeto… que intensamente trabaja en estas
obras la autora… Todos se aprecian y se ayudan, se atienden y se tienen en
cuenta… todo se reparte y se comparte… hasta el bonito gesto de Jorge que
termina la aventura repartiendo su apreciada isla entre los cuatro… y Tim,
claro…
“Vosotros tres también sois dueños –dijo Jorge. Lo soy yo y también tú,
Julián y Dick. He descubierto que lo mejor es compartir las cosas con los
demás. Por eso mañana mismo pienso hacer una declaración, o como se llame, y
decir que os regalo a cada uno una cuarta parte de la isla y del castillo. ¡De
ahora en adelante, nosotros cuatro seremos los dueños!”
Escrito por: Javier Morera
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