Fernando camina por el borde del acantilado con la mochila a su
espalda. Le parece que hoy pesa más que nunca. Hay días en que la mochila de la
vida es más densa, húmeda y cargante que otros. El mar repite su rutina una y
otra vez. Una ola, otra y otra. Luego una más alta y más ruidosa. Cada siete
olas, hay siempre una más elevada y mas sonora
Bonito, suave, lento y sosegado
relato de varias historias de paso, de vida, por los momentos de encuentro de
distintas personas en distintas épocas que se atan en unas conversaciones que
ocupan unos días de vacaciones en un faro, junto al mar, en la orilla de los
recuerdos y las experiencias.
Un viejo marinero y cuidador de
un faro, pasa unos días con un joven adolescente que tiene que empezar a vivir…
Lo contrario a nuestro marinero Baltasar y su perro Escipion que ya rebosan la
medida de su tiempo…
En un compartir
intergeneracional, se confiesan sus historias… el mar les inunda de recuerdos y
misterios… la historia del viejo marino, como el faro, aparece y desaparece en
la intermitencia de los espacios y las vivencias… la historia dentro de la
historia narrada nos lleva a otros tiempos y nos intenta dar pistas de que el
mar siempre es el mismo… las relaciones se parecen, las mentiras son las
ilusiones de los crédulos… las expectativas son fantasías de los idealistas,
que suelen ser mas jóvenes, mas buenos, mas románticos…
Hay un discurrir del tiempo
presente que rememora el rápido discurrir del relato del marinero… hay un
tiempo futuro que enfrenta a los dos protagonistas y el perro… Hay un momento
en el libro en que parece que todo esta terminando… el texto, la vida de
Escipion, la de Baltasar, las vacaciones, la narración de Sirim… lejana belleza
de Ceilán… Nos impregna la húmeda nostalgia y necesitamos el faro para
reorientar el rumbo hacia el siguiente puerto… para volver a alimentarnos de
ilusión, de esperanza, de promesas y de fantasías… aunque sean mentira… para
creer y no caer en la destrucción de las fuerzas… para no pararnos y destruirnos
en la inmovilidad de la atrofia…
La
Dama de Ceilán es una bella novela de Ana Alcolea, sobre las ilusiones y los miedos… sobre la juventud
que se lanza al mar de lo desconocido y la otra juventud que se protege en una
playa con faro, sobre tierra firme y amarres sólidos a lo fuerte y consistente…
Es un pequeño trozo de vida que se puede guardar en la estantería sin afrontar
las borrascas de la mar abierta…
Al final, cuando terminamos el
ameno discurrir de nuestra historia, nos damos cuenta, como siempre, de que no
sabemos nada… el final de una historia es el principio de otras muchas… que
podrían haber sido a su vez, el origen de esta historia… o de otras…
…”-He soñado muchas veces con ella. No la he borrado de mis pensamientos. Fue, y así será hasta el final, mi gran historia de amor. En todo este tiempo la he imaginado como me ha dado la real gana: en este faro, en el barco con su piel dorada y salada junto a la mía. He besado el recuerdo de sus besos miles de veces. Las olas me han traído su voz y el viento ha transportado sus palabras hasta mis oídos. No me obligues a querer saber la realidad. La realidad es una boca oscura e insaciable que devora y tritura los recuerdos. La verdad es otra cosa”.
Escrito
por: Javier Morera
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