lunes, 11 de mayo de 2020

NO CIERRES EL LIBRO DE TU VIDA


Una de las características importantes de los que leemos habitualmente y con placer los libros, es que tenemos una cierta capacidad para “meternos” en el libro. Primero lo analizamos desde cierta distancia… Luego nos introducimos en sus tramas… vemos a sus personajes, relacionamos las escenas y pronto empezamos a sospechar, a presentir lo que puede ocurrir…

Desde este momento, ya no hay libro frente a lector… ya no hay autor y personaje… ya no hay letras ni palabras, ni hojas ni capítulos… Estas ahí…

Leemos con el intelecto pero vivimos las historias leídas con las emociones… El automatismo de nuestra capacidad lectora nos sumerge en una para-realidad que ni es el libro ni nuestra vida… está entre medio… en una zona de la conciencia muy curiosa y extraña…
Por eso el libro nos atrapa… nos gusta…

Por eso lo preferimos a la película… donde todo esta “controlado”…
Por eso algunos temas tristes o depresivos no deben leerse en estas crisis que ahora vivimos y que seguro nos van afectando…

Como ya hemos escrito en otros momentos, también el libro nos lee. El texto nos afecta y nos lanza sus decisiones (lo que nos afecta) modificándonos y alterando pequeñas concepciones que al final pueden provocar resultados diferentes en nuestra estructura cognitiva, emocional, personal.

Y entonces aparece esa curiosa inflexión de la conciencia sobre la realidad y que llamamos fantasía… empezamos el juego de “si hubiera sabido éste lo que le esperaba”… “si hubiera dicho antes lo que le podía ocurrir”… “si no hubiera”… “si se hubiera dado cuenta a tiempo”…

Como niños, jugamos al “como si”…

Pero el libro esta cerrado. Esta escrito y publicado. Es un todo… completo y terminado. Como casi todo. No hay otra solución. Te guste o no te guste. Lo lees o no lo lees. Lo entiendes o no lo entiendes. Lo aceptas o no lo aceptas.

Analiza todo lo que quieras. El libro es así.

Dicen los padres inmaduros a sus niños; “todo tiene solución… ya compraremos otro, ya lo pegaremos, ya vendremos otro día”…
Cierra el libro. Decide sobre tus gustos. No cambiara el libro. Puedes cambiar tu que no estas cerrado todavía…

Observa el tiempo atmosférico. Puedes estudiar la predicción. Puedes salir a la calle con paraguas o con sombrilla… Pero no puedes cambiar el tiempo… Salir o no salir… El tiempo esta cerrado… Tú decides.

Puedes estudiar las pendientes y estadísticas de contagios del mal que nos acosa, el Coronavirus… Puedes comparar por ciudades, regiones, países, continentes… Puedes salir o no salir…

Si te contagias, si enfermas, si mueres se cierra tu libro…

La vida sigue, el tiempo sigue, los libros siguen, los virus siguen…




Escrito por: Javier Morera

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