Esta semana que termina,
tuvimos nuestra cita y tertulia alrededor de una obra de Rosemary Sutcliff,
publicada en 1954 con el titulo inolvidable y siembre evocador de: “EL ÁGUILA DE LA NOVENA LEGIÓN”. Ya la habíamos
leído y comentado en agosto de 2011, dentro de un ambicioso ciclo dedicado a
Roma y su imperio histórico… pero en este año lo elegimos de nuevo como uno de
esos libros que merece el esfuerzo de reponer, de retomar, de releer y
recordar, de vez en cuando… Nos gusta por su línea romántica y suave,
descriptiva y muy emotiva… nos gusta por como respeta la Historia novelándola
en unos personajes humanos sin trajes de héroes pero suficientemente complejos
y excepcionales como para merecer una historia de protagonistas… nos gusta por
su ritmo suave que al final nos deja muy satisfechos con unas conclusiones
aceptables, complacientes, de final no traumático…
Por la mitad del texto, en el
capitulo X, asistimos a este dialogo que enreda y prepara la gran aventura que
constituye el magnifico libro de esta admiradora de la Historia…
"—Eburacum está...
¿cómo decirlo?... está aún bastante marcada por los fantasmas de la Novena
Legión. ¡Oh!, no quiero decir que sus espíritus hayan regresado de los campos
de Ra, pero el sitio está maldito, ni más ni menos. Por los altares de los
dioses hispanos que levantaron y en los que rindieron culto, por los nombres y
los números mal grabados en las paredes, por las mujeres britanas que amaron y
los niños con rostros hispanos que criaron. Todo esto yace como un sedimento
bajo el vino nuevo de otra legión. Y también permanecen con fuerza, de una
forma casi terrible, en la cabeza de la gente. —Hizo un pequeño gesto con la
mano abierta—. Dicho con palabras no parece mucho, pero crea una atmósfera que
es incómodamente fuerte. No soy un hombre imaginativo, pero te aseguro que ha
habido momentos, cuando llega la niebla procedente de los páramos, que casi he
esperado ver la legión perdida marchando de vuelta a casa.
A esa declaración
le siguió un largo silencio y una pequeña inquietud recorrió la sala como una
brisa que mueve la hierba alta. Era imposible leer en la cara de tío Aquila sus
pensamientos, mientras que la de Plácido mostraba claramente su opinión sobre
semejantes fantasías. Entonces dijo Marco:
—¿Tiene alguna
idea, alguna teoría de lo que ocurrió con la Hispana, señor?
El legado le lanzó
una mirada de inteligencia.
—¿Su destino tiene
alguna importancia para ti?
—Sí. Mi padre era
su Primer Cohorte. El hermano de tío Aquila.
El legado giró la
cabeza."
Ahora que tan de moda esta la
novela histórica es un buen momento para retomar este titulo y seguir
investigando sobre esa legión Hispana que no vuelve y no nos trae su estandarte
con el águila del imperio…
Escrito por: Javier Morera
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