Como decía don Miguel de
Unamuno, los españoles quedaron tan fascinados por el Don Juan Tenorio de
Zorrilla, que lo convirtieron en un “santo”, digno de culto y ritos nostálgicos
de su “advocación”.
Así, cada noche de Todos los
Santos, cuando… (Fragmento de una rima de Gustavo Adolfo Bécquer)
“En las largas noches
del helado invierno,
cuando las maderas
crujir hace el viento
y azota los vidrios
el fuerte aguacero…”
… Para recordar la noche de las
“animas”, durante muchos tiempos se ha recordado… “representado”, la obra de don José.
Como pieza dramatúrgica y
poética es verdaderamente fascinante, pero lo que quería decir Unamuno y yo
comprendo en sus palabras, es otra explicación y tiene más relación con la
picaresca, el romance, la competición entre “burladores”… Es el estereotipo
dinámico de un “vanidoso” que por donde pasa tiene que ser el mejor, el súper,
el único… venciendo y destruyendo, manchando y atropellando todo lo ordenado,
bien reglado a su paso…
Nosotros, otra vez, este año,
hemos rendido el homenaje debido a esta cita con el esqueleto siempre vivo y
versátil de Don Juan… Y lo hemos encarnizado en el “Hermano Juan” de Miguel de
Unamuno. Obra escrita en 1929, publicada en 1934 y estrenada en 1954, ya
fallecido su creador…
Obra poco conocida, poco
aclamada, poco comprendida por públicos que quieren y prefieren a los
“conquistadores” que fascinan y seducen a las jovencitas ignorantes o a los
“apostadores” sin escrúpulos…
Una lástima para los
estudiantes de la conducta humana y una imperdonable pérdida para los que
investigamos las relaciones de poder y conformidad en las naturales de estos
pequeños actores con armas y herramientas tan peligrosas para el mal, como
resultan ser los seres humanos…
Muy recomendable… después de
conocer y manejarse con los clásicos “don Juanes”… muy recomendable para
conocer y no caer en tantas trampas tan simples que nos desequilibran
continuamente en nuestra deriva hacia la única verdad del existencialista
Unamuno… la boda con nuestra eterna amante… que nos espera fielmente… la
muerte.
Escrito por: Javier Morera
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