El año pasado, por noviembre,
nos dedicamos a una película del famoso director Hitchcock: “Los
Pájaros”, y comentamos en este blog las curiosas comunicaciones entre
autores y obras que tenían en común su relación con este tipo de animales…
Este año, en octubre, hemos
dedicado nuestra tertulia a una obra de este director y a algunos temas de psicopatología
que le rodean. Pasó nuestro tiempo en un suspiro intentando abarcar asuntos muy
extensos y muy importantes para nuestra cultura, que cada vez es mas generadora
y victima de graves desordenes mentales y sus consecuencias de invalidez y
dolor.
La literatura y el cine ya han
tomado muchas veces este tema como suyo… y todos recordamos y sabemos…
Afortunadamente, que un
esquizofrénico desorganice su normal personalidad tanto como para desdoblarse
en “entidades” tan opuestas y exigentes como “El extraño caso de doctor Jekyll
y el señor Hyde”, del escritor Robert Louis Stevenson, es muy, muy
difícil.
De la misma forma, que un
enfermo duplique sus identidades de manera tan contraria y precisa como nos
muestra esa estupenda película del maestro Hitchcock que llamamos “Psicosis” es muy, muy improbable…
Son obras perfectas de creación
humana que, especialmente la de psicosis, tienen más en cuenta los múltiples
conocimientos que las teorías y practicas psicopatológicas nos han ofrecido,
que los casos reales en las historias psiquiatritas.
Sí que pueden darse, como le
ocurre a un campeón olímpico, pero que no son ni siquiera ejemplos de libro… ¡tan
raro sería!... el loco de nuestro entorno, es mas normal, menos discreto, menos
organizado, menos encantador y menos preciso en sus conductas…
Si estas pensando en los
comentados “asesinos en serie”, que tampoco hay tantos, aunque si son muy
“famosas su desastrosas acciones”, no pueden ni deben compararse con otras
patologías que comentábamos…
Pero como obras literarias o cinematográficas,
son perfectas y habría que preguntarse ¿Por qué nos dan tanto miedo? ¿Por qué
nos atraen tanto?
Seguiremos leyendo y seguiremos
pensando, de vez en cuando…
Escrito por: Javier Morera
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