Ya empieza septiembre. Terminó
el mes de la ociosidad y las indulgencias permisivas. Comienza septiembre y con
él se ponen en marcha los engranajes de los sistemas operativos… vuelven a
estirarse y tensar las cuerdas de las obligaciones… el despertador, los
estudios, los trabajos, llamadas y agendas que nos recuerdan que hay que
cumplir palabras, objetivos, exámenes, horarios…
Cada cual ha pasado sus
permisos, vacaciones, descansos… como ha querido o podido… cada uno se ha dedicado
a lo que le gusta o le dejan… Muchas personas han hecho lo que les dicen las
modas, las corrientes, los estilos de vida… playa… montaña… los pueblos y sus
fiestas de verano… viajes y “aventuras”…
Se han hecho fotos que ahora,
sino antes, se enseñan y se mandan por redes sociales para “demostrar”, “presumir”
de esos viajes, de esos momentos o, incluso, de esas “conquistas” de verano…
Nos parece que nos hemos
divertido…
Nos parece que hemos conseguido
algo…
Nos parece que ese lugar o esa
fiesta era “nuestro objetivo de siempre”…
Lo cierto es, casi siempre, que
solo hemos perdido el tiempo… el dinero… la oportunidad… las buenas relaciones
con familiares y amistades de verdad que se han quedado abandonados mientras
fotografiábamos ese templo de extrañas formas entre seres que no podemos
entender…
Pronto ya nos enfrentamos a una
obra, en nuestra Asociación, de análisis y crítica social refinada y exquisita…
Mansfield Park, de Jane Austen, donde en el capitulo XXIV,
al comienzo se lee con asombro a que se dedicará en sus ocios el absurdo e
impresentable Henry Crawford…
Doscientos años después muchas
absurdas personas siguen jugando a lo mismo… maltratando a otros seres ingenuos
de la misma manera… perjudicando a los demás con los mismos enredos que siempre
llevan sufrimiento y perdida de esa energía vital y emocional que no deberíamos
malgastar en “confundir” y herir a desvalidos seres de nuestra especie…
Como es una novela, su autora
castiga a su “Don Juan” y recompensa a la victima… pero todos sabemos que en la
realidad es hoy moda este ejercicio improcedente del cortejo “para nada”… y que
es mas recompensado entre muchos círculos que castigado…
¡Que inmadurez más reprobable!
Te dejo con la cita… y un par
de paginas mas adelante… es perfecta la contestación de la hermana a este
personaje cuando le dice… “Eres idiota”… no te lo pierdas… o ¿tienes que ir a
algún sitio de moda para hacerte una foto y decirles a todos que eres feliz en
ese sitio?
“A la mañana siguiente, Henry Crawford ya se había decidido por completo
a conceder a Mansfield una quincena mas y, tras mandar recado de que le
llevasen sus caballos de caza y escribir unas pocas líneas de explicación al
almirante, se volvió y miró a su hermana conforme sellaba y apartaba la carta
de él y, al ver que no estaba presente nadie mas de la familia, le dijo con una
sonrisa:
-¿Y como crees que tengo intención de divertirme, Mary, los días
que no valla a cazar? Estoy demasiado mayor para salir más de tres veces a la
semana, pero tengo un plan para los días de en medio. ¿Cuál dirías que es?
-Pasear y montar conmigo, por supuesto.
-No exactamente, aunque estaré encantado de hacer ambas cosas. Sin
embargo, con eso solo ejercitaría mi cuerpo, y también tengo que ocuparme de mi
mente; además, eso sería todo esparcimiento e indulgencia, sin nada de la
saludable mezcla del esfuerzo resultante del
trabajo, y no me gusta que el pan que me como este todo hecho de
ociosidad. No, mi plan es conseguir que Fanny Price se enamore de mí.”
Escrito por: Javier Morera
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