Parece que nuestros
organizadores sociales, viendo la evolución de nuestros casos de infecciones y
curas, plantean ya la vuelta a la “normalidad”.
Bien sabemos que esta crisis
nos ha cambiado en varias circunstancias y esas, como las golondrinas de Bécquer, ya no volverán a ser las mismas…
Hay evolución, los cambios se
han convertido en transformaciones… para algunos, estas crisis han reorganizado
potencialidades y se han convertido en madurez, al superarlo y superarse… Pero
no es volver a la “normalidad”… es evolucionar, crecer, adaptarse, progresar…
Para otros no hay evolución,
hay retroceso, estancamiento… incluso muerte. Esos ya no volverán a la “normalidad”.
Para los atacados de
inseguridad, hay empeoramiento, involución, fobias y neuras… Se inventarán mas sucedáneos
de seguridad… mas afrodisíacos de "normalidad" …
Gran problema cuando y como
decidir “reabrirse” al mundo anterior… Difícil profesión la de distinguir que
es lo mejor… que es lo primero, que es lo que hay que prohibir, permitir, obligar…
Claro que algunos “cabecillas”
de grandes naciones no saben ni como combatir un virus y recomiendan
“medicarse” con desinfectantes… ¡Que triste que a sus desdichados y fieles
seguidores nadie les haya recomendado que atiendan a lo que dicen y valoren sus juicios antes que atender solo a quien lo dice… Luego criticamos a
sectas y religiones por sus doctrinas integristas y mortificantes…
El problema de a qué hay que
atender cuando se trata de temas tan complejos, es de difícil solución. ¿Nos
preocupa la salud o la economía? ¿Nos preocupa la vida o la calidad de vida?
¿Nos preocupa lo que somos o lo que piensan de nosotros?... ¿Leemos para crecer
o crecemos distraídos entre lecturas sin objeto? ¿Decidimos lo que leemos o nos
dicen lo que hay que leer?
¡No se pueden servir a varios
amos! ¿Os suena esta frase tan oída?
Un problema de dualismo… o
incluso de dispersión.
Un maestro zen fue preguntado por como concentrarse. Y dijo que si te
concentras no estas concentrado, estas concentrándote… si piensas en la forma
del vacío, estas en dualismo… si estas concentrado, no hay forma, no hay vacío,
no hay pensamiento. Solo estás…
¿Y tu dónde estas?
Jostein
Gaarder nos dijo en su precioso cuento… ¿HAY ALGUIEN AHÍ?...
-No… se han ido a la calle…
-¿A qué?...
-No sé, pero ¡ya se puede
salir!...
¡Pensar… antes de solo pensar
en salir!
Escrito
por: Javier Morera
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