“No estoy en
situación de sacrificar lo indispensable para tener mas de lo que necesito”
Frase preciosa que podría ser
una novela… y que al personaje que la comenta, le vale la atribución de ser
realista, conservador, comedido, controlado, positivista, lógico, sensato,
cuerdo, cabal, sincero…
Precisamente su conducta va a
demostrar que es lo contrario… arriesga mucho, juega con las personas que le
aprecian, apuesta su reputación, su libertad, su profesión, su honor… por conseguir
lo que “no” necesita… aunque si desea… y hará que se cumpla el riesgo
perdiéndolo todo, incluso la “razón” como característica mental que era la
clave de la frase y de su estilo de vida…
Si cumpliéramos esa frase…
nuestro mundo apoyado en el riesgo, en la aventura, la competición… se vendría
abajo…
Se caería el juego, desde la
lotería a los casinos, desde el cupón de la ONCE a los miles de partidas de bar
en las veladas y noches de nuestros aburridos ciudadanos que necesitan algo de
emoción en sus vidas monótonas…
Se caerían los deportes, que ya
solo son competición y “necesidad” de ganar… ¿Para qué?... ¿A quien? ¿Cómo?
Se caerían los llamados
concursos, congresos, debates, que no son lo que denominan sus nombres, sino
formas encubiertas en eufemismos, de verdaderos torneos medievales, donde se
tiene que vencer al otro caballero para obtener… ¿Qué?... ¿Necesario?... Y a
precio de perder… ¿Qué?... ¿nos sobraba?...
Magnifica frase que como las
diosas del Olimpo, tan bellas… tan perfectas… tan ideales… tan lejanas de
nuestras mortales existencias… nos atraen… pero son inalcanzables…
¿Qué de quien es la frase?
¡Claro está! La tienes en el relato “La dama de picas” del celebre
romántico del siglo XIX ruso, Pushkin… que lo han leído en este país tan culto
hasta los gatos…
Escrito por: Javier Morera
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