"Una tarde de primavera, ya próxima la noche, Ernestina estaba en
su ventana. Contemplaba el pequeño lago y el bosque más lejano. La extremada
belleza del paisaje contribuía quizá a sumirla en una melancólica abstracción.
De pronto volvió a ver al joven cazador que descubriera unos días antes; y
estaba también en el bosquecillo del otro lado del lago. Llevaba un ramillete
de flores en la mano. Detúvose como para mirarla. Ella le vio besar el
ramillete y, enseguida, colocarlo con una especie de respetuosa ternura en un
hueco de una gran encina a la orilla del lago.
¡Cuántos pensamientos provocó este acto, y cuán vivamente
interesantes comparados con las monótonas sensaciones que hasta aquel momento
le habían llenado la vida a Ernestina! Una nueva existencia comienza para ella;
¿Se atreverá a ir a ver a aquel ramo?; " ¡Dios mío, qué imprudencia!-se
dijo temblando-; ¿Y si en el momento de aproximarse a la encina saliera el joven
cazador entre los árboles cercanos? ¡Qué vergüenza! ¿Qué iba a pensar de mí?
"Pero aquel árbol era la meta habitual de sus paseos solitarios; muchas
veces iba a sentarse bajo sus ramas gigantescas, que se elevan sobre el prado y
forman en torno al tronco común los bancos naturales protegidos por su vasta
sombra.
Si, claro, estáis leyendo un
fragmento de un relato corto, llamado “Ernestina
o el nacimiento del amor”… que nos cita para nuestra reunión del próximo
jueves, 28 de enero… es del comienzo… y ya se perfilan las líneas maestras de
ese autor maestro en contarnos su visión tan especial y particular sobre las
relaciones afectivas…
Como dice de él uno de sus
decididos admiradores y especialistas en
castellano, José Ortega y Gasset en su estudio “Amor en Stendhal”…
“Nos
enamoramos cuando sobre otra persona nuestra imaginación proyecta inexistentes
perfecciones. Un día la fantasmagoría se desvanece, y con ella muere el amor.
Esto es peor que declarar, según viejo uso, ciego al amor. Para Stendhal es
menos que ciego: es visionario. No solo no ve lo real, sino que lo suplanta.
Esta semana dedicaremos
nuestras palabras y nuestras ideas a ese mago teórico y narrador de lances
épicos sobre amores y decepciones… Pero hoy, como soy un romántico, quería
deciros que es el aniversario de este autor que tanto me gusta… Hoy, el 23 de
enero de 1783, hace 233 años, en Grenoble, nació Henri Beyle… mas conocido por
su seudónimo, Stendhal…
¡Que casualidad!... como
nos coinciden las fechas y las citas entre los románticos…
Escrito por: Javier Morera
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