Se termina el año, se pasan las hojas del
calendario y con ellas, se han pasado muchas páginas de estupendos libros que
nos habíamos propuesto, no para leer, sino para disfrutar en sus análisis y
comentarios…
Ya son historia, memoria de muchas tardes
de jueves al calor de la amistad, oyendo y hablando de las mil ideas que nos
surgen de los ratos de lectura y películas que vamos recorriendo en nuestro programa…
Esta semana, “Cuento de Invierno”, pero
ahora la película del año 2014, una bella historia donde el amor es
protagonista y la fantasía o lo imposible se acerca más a nuestras realidades…
tan aburridas…. tan anodinas….
No es casualidad que hace dos semanas nos
dedicáramos al mismo título, pero la obra de William Shakespeare…
No es casualidad que sean obras de
invierno…. de tardes de frío y noches largas….
No es casualidad para los románticos
que salga en los libros y hasta en nuestros títulos el otoño, el invierno… la
nostalgia que levanta y la melancolía que nos rodea como la niebla que
entorpece la búsqueda en la celebre noche de “El Sabueso de los Baskerville”…
Nada es casualidad… lectores románticos…
raros, solitarios, extraños y místicos… idealistas… autónomos… pasando de un
mundo que pasa de nosotros y busca las modas, las ofertas, el triunfo, el
consumismo…
Y para verlo escrito… curioso…. Os cito
un fragmento del capítulo tres, del libro: “Cometas en el Cielo”, de Khaled
Hosseini, que nos ocupará la tertulia de la semana próxima, que ya todos
estamos leyendo, pasando hojas como las del calendario…
“Así fue como escapé del distanciamiento de mi padre, con los
libros de mi madre muerta. Con ellos y con Hassan, por supuesto. Lo leía todo,
Rumi, Afees, Saadi, Victor Hugo, Julio Verne, Mark Twain, Ian Fleming. Cuando
acabé con los libros de mi madre (no con los aburridos libros de Historia, pues
ésos nunca me gustaron mucho, sino con las novelas, los poemas), empecé a
gastar mi paga en libros. Todas las semanas compraba un ejemplar en la librería
que había cerca del Cinema Park, y en cuanto me quedé sin espacio en las
estanterías, comencé a almacenarlos en cajas de cartón.
Naturalmente, una cosa era estar casado con una poetisa…, pero
ser padre de un hijo que prefería enterrar la cara en libros de poesía a ir de caza…
Supongo que no era ésa la idea que se había hecho Baba. Los hombres de verdad
no leían poesía ¡y Dios prohibía incluso que la escribieran! Los hombres de
verdad, los muchachos de verdad, jugaban a fútbol, igual que había hecho Baba
de joven."
¡Que sería de nuestra vida sin libros!
Escrito por Javier Morera Betés
1 comentario:
El invierno ,hermosa estación, cargada de belleza y que invita a la introspección. La vida sin libros sería muy triste ya que son los compañeros ideales de estos días fríos y noches largas. Como siempre bellas palabras. Un saludo.
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