Algún día, dentro de cincuenta o sesenta
años, cuando todos los que tenemos ya canas, estemos en forma de polvo sideral…
algún joven escritor de algún país avanzado, con ideas “abiertas” sobre el
pasado… tendrá que intentar escribir un libro para niños… para que los niños de
esos finales del siglo XXI, que serán mis bisnietos… puedan comprender como los
ancianos de Grecia y los jóvenes de Grecia y los niños de Grecia, y los que van
a nacer en Grecia… en estos comienzos del siglo XXI… deben pagar unas deudas al
resto del mundo…
Imaginemos que ahora, un niño de 10 años
danés o sueco o alemán… se junta en un puerto de esa vieja y bella Grecia, con
otro que fuera griego… imaginemos que nuestro turista nórdico se perdiera… y
que le ayudara ese otro niño de edades similares, pero de los “fraudulentos”
griegos… imaginemos que se confunden los niños… imaginemos que el niño
extranjero se quedara para siempre con los griegos… ¡que desastre!
Que carencias sufriría en educación, en
sanidad, en cuidados en oportunidades y posibles trabajos y formas de vida….
¡que triste porvenir!... ¡que falta de esperanza!... para ese pobre niño de
origen danés o sueco…
¡Que injusticia!, siendo de un país que
paga todos las deudas…
¡No quiero ni pensarlo!…
No, no estoy escribiendo de política, ni
de economía, ni de religión… ¡dios me libre! Solo os recordaba que esta semana
hablaremos de la película y el libro: “El Niño del Pijama de Rayas”… que como
todos sabéis trata de la tragedia de ese niño, hijo de la Alemania nazi que se
confundió con los judíos en esa época de Hitler…
Ya se sabe, los libros son historias para
pasar el rato… para leer… ¡Pensar es muy duro!…
Escrito por: Javier Morera
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