Este jueves, ultimo día de abril, hemos
dedicado nuestra sesión de tertulia literaria, al maestro Shakespeare, como
todos los años por estas fechas cercanas al día universal del libro y de los
grandes monstruos que lo fueron Cervantes y el renombrado ingles…
En esta ocasión le ha tocado a la
tragedia Otelo… obra muy bien dispuesta desde el argumento comportamental,
donde un “héroe” que tiene muchas virtudes, es “manipulado” por un astuto
malvado para crear una crisis trágica… Nos han hecho falta Freud y Adler para
mejor comprender las celotipias, el complejo de inferioridad… nos han sido
necesarios los expertos de la teoría del Aprendizaje y de los psicólogos
cognitivos como Martín Seligman o Fritz Heider para comprender mejor los
mecanismos que operan en el excesivamente simple Otelo… que “cree”, “percibe”,
“atribuye” lo que le dice Yago… por su buena voluntad y simpleza… y se deja
dominar por los “celos”, por su complejo de inferioridad frente al objeto
amado, Desdémona, frente a Cassio, el apuesto cortejador de Venecia…
Mi presidenta me dice que no había
escrito un post de este tema… y aquí estoy, pero en realidad si que ya lo había
preparado… ¿Recuerdas?
Otelo era un simplón, aunque hay muchos
como él… que miran para donde les dicen los “Yagos”… los listos de turno,
traidores y resentidos… ¡seguro que conoces alguno!... y si no, pon la tele,
lee el periódico, habla con tus compañeros de trabajo… o ves a un mitin
político…
Pero no todos somos tan simples… ya había
tratado este tema en el articulo de hace unos días, sobre un óleo de Gárate,
para conmemorar El Día de Aragón… ¡Si sabes hacer lectura de imágenes y no te
dejas llevar por el Yago de las coplas!… te habrás fijado en el detalle de la
cara del novio, chulo, arrogante y pendenciero… que dice algo así como ese otro
baturro…perseguido por el tren…
¡CHUFLA, CHUFLA… COMO NO TE APARTES TU!
Escrito por:
Javier Morera
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