“Encauzado
el verano por unas veredas tan uniformes se nos fue como una ilusión, cuando
casi no habíamos empezado a saborearlo. Me acordé de mayo y de cómo había
pensado entonces que las vacaciones estivales eran una cosa a la que apenas si
se les veía el fin. Transcurridas ya, empecé a darme cuenta de que nada hay
largo en la vida por muy largo que quiera ser. Había vaciado un año de mi
existencia desde el día que mi tío me llevara a casa de don Mateo a bordo de
una carretela descubierta. De entonces acá me quedaba la huella de unos cuantos
días, muy pocos, que destacaban sobre la uniformidad de los demás con
características peculiares. Opiné, para mis adentros, que si la vida normal se
componía de otras sesenta unidades como ésta, tenían mucha razón los que
afirmaban que la existencia era un soplo, el transcurso fugaz de un instante,
una realidad que sólo daba tiempo para meditar que, aun pareciéndonos mentira,
ya habíamos vivido la vida que nos correspondía”.
……………/……….
“-Hacen
falta años para percatarse de que el no ser desgraciado es ya lograr bastante
felicidad en este mundo. La ambición sin tasa hace a los hombres desdichados si
no llegan a conseguir lo que desean. La suprema quietud con poco se alcanza,
meramente con lo imprescindible.”
………./…………
“-Tal vez el
secreto -añadió don Mateo- esté en quedarse en poco: lograrlo todo no da la
felicidad, porque al tener acompaña siempre el temor de perderlo, que
proporciona un desasosiego semejante al de no poseer nada. Debemos vigilar
nuestras conquistas terrenas tanto como a nosotros mismos. Son, casi siempre,
la causa de la infelicidad de los hombres.”
………………/………….
“-No es lo
mismo perder que no llegar. Si os dan a elegir, quedaos con lo último. El
hombre acostumbrado a dos, si le dan tres será feliz; si desciende a uno,
apenas percibirá la diferencia. El habituado a diez si baja a tres difícilmente
sabrá acomodarse a esta férrea limitación; si llega a veinte no por ello se
incrementará su dicha, porque hay una raya en que, rebasada, las conquistas no
proporcionan utilidad.”
Perder, no ganar, pasar de lo mucho a lo poco… Todos los que habéis
leído el filosófico libro de Delibes, “La Sombra del Ciprés es Alargada”
sabéis de qué hablo… el Desasimiento… este hábito de la retención, de
controlar, de no querer en mucho para así poder perder en poco…
Este jueves, hablaremos de todo esto… o de un poco de tanto que deberíamos
saber de todo esto… de nuestro gran
escritor que debería haber sido “Nobel” de literatura… de la filosofía que
emana y dimana de esta novela…. De la época española que también describe… y de
todo esto… ¡Sabemos tan poco!...
Figuraos, por un momento… si nuestros políticos… soñadores… si nuestros
constructores de casas y mas casas… si nuestros banqueros tan listos en
cuentas… ¡hubieran aplicado el “desasimiento” de un profesor de comercio de
provincias… tal vez no tendríamos esas pérdidas, esas deudas… esas crisis que
arrastramos por haber invertido en ganar en vez de en mantener lo que somos… ¡pero
esto son cosas de libros!… de filósofos… los que hacen números no se equivocan
nunca… y si lo hacen los salvamos con el dinero de los que ahorramos y vivimos
el desasimiento de lujos y derroches a crédito…
Escrito por: Javier Morera
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