Thomas Cleary nos dice en la introducción a las
obras de Sun Tzu, que la mejor forma de victoria es la que se consigue sin
batalla. Como es el caso de la construcción de una fortaleza inexpugnable que
desanima al posible contrincante.
Así “El arte de la guerra”, podría ser una forma de
desarrollar la Paz tan deseable y buscada por todos… La disuasión por muestra y
apariencia de la fuerza… que fácilmente entendemos, cuando lo deseamos así,
como una amenaza ofensiva… ¿una escalada armamentística?... ¿un prepararse para
asustar?... ¿un demostrar que se está asustado?...
Supongo que cada uno que lea esta pequeña reflexión
tendrá un punto de vista diferente y discutible… y está en su derecho…
Este jueves último de enero, nos dedicaremos a
poner en juicio este libro y su filosofía, estos ¿sofismas? de mas de dos
milenios para orientar al guerrero… para preparar al débil… para formar al
novato…. en la guerra… ¿en la vida?
Hoy, estas artes se emplean en todo el ámbito
cultural que tan belicoso y competitivo se nos ha hecho… en publicidad, en
mercadotecnia, en deporte, en economía, en política interna y externa de los
partidos y de los países… y hasta en algunas religiones que se pervierten en
formas seductoras mas para ganar adeptos que “consuman” sus dogmas que en procurar
salvar a los “pobres perdidos” sin parcela de paraíso…
Menos mal que en la verdadera guerra parece que las
cosas se toman tan en serio con las bombas atómicas que no leen estos atrasados
librejos orientales…
Escrito por
Javier Morera Betés
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