“Me parece que os estoy viendo perplejos en punto de filosofía.
Os espanta su nombre, que es griego; os admira su antigüedad; os detiene la
vista de tantos sistemas diferentes, seguidos cada uno por hombres, a la verdad
insignes; y no sabéis no sólo a quién dar la preferencia; pero ni siquiera por
dónde entrar en este laberinto. Ensanchaos los corazones con las siguientes
advertencias, ponedlas en práctica, y entrad con suma confianza en la carrera.
…./…
Por lo que toca a los metafísicos y moralistas que citéis, con
vuestro pan os lo comáis; porque, vamos claros, los amigos Hobbes, Espinosa, y
otros templados por el mismo tono, cuando hablaron de Dios, del alma, de la
eternidad, del premio, y del castigo, del bien, y del mal, de la libertad, y de
la necesidad, imprimieron cosas que no están escritas. No me meteré yo en
aconsejaros del ensayo sobre el hombre del señor Alejandro Pope, ni del otro
sobre el entendimiento humano del señor Locke; pero lo cierto es, (diréis
misteriosamente si alguno soltase la chinita para que resbaléis) que las
traducciones francesas de estas obras son muy inferiores a los originales; y
con esto quién no ha de creer a pie juntillas, que sobre ser muy inteligentes
en el moral inglés, habláis aquel idioma mejor que el mismo orador de la Cámara
de los Comunes.
…/…
Ahora que quedáis cumplidamente instruidos, y sólidamente
enterados de todas las filosofías antiguas y modernas, os advierto, que para
ser tenidos por filósofos consumados, no bastará saber, como sabéis (gracias a
Dios, a mi nuevo método, y a vuestra sublime comprensión) todas las obras de
los filósofos antiguos y modernos. No basta, hijos míos, no basta por cierto.
Es indispensable que tengáis, llevéis, publiquéis, aparentéis, y ostentéis un
exterior filosófico.
…/…
Con estas y otras extravagancias semejantes, veréis cuanta
estimación ganáis de oriente a occidente, y desde septentrión a mediodía; y más
si os hacéis encontradizos con quien no os conozca. No faltéis a esto, ni a
copiar, si os parece, en dicha obra la lista de los filósofos modernos, que yo
tengo otras cosas que hacer.
…/…
Pasemos a otra materia, pues quedáis ya con esta lección
perfectamente caracterizados de filósofos a la violeta.”
Para esta semana teníamos un texto muy
curioso, de José Cadalso (1741 – 1782) publicado en 1772 y con titulo: “Los
Eruditos a la Violeta”… si habéis leído estos párrafos extraídos de la lección
tercera o del miércoles, seguro que ya le entendéis… seguro que os lanzáis a
devorarlo ya que parece un “best seller” de actualidad… parece que esta
describiendo a los esnobs de ayer, a los modernos de antes de ayer, a los guays
de hoy e incluso a los adelantados de mañana… los que se manejan en todo, saben
de todo, practican todo… y ¡en ingles!… y con visión de futuro… como los
alemanes… a los que se les coló un Hitler sin importancia… como los japoneses a
los que se les escapó el Pacifico… a los miles de jóvenes que controlan el
alcohol, las drogas y el sexo… desde el cementerio…
Si leéis con atención… los faroles… se
descubren, los excesos se pagan… y si vas de súper campeón del mundo… al torneo
siguiente caes el primero…
Y ahora me voy al teatro… y con los
entremeses de Cervantes… y con unas películas de la Segunda Guerra mundial que
aun no entiendo bien… y mi clase de alemán… que sino no entiendo como fluctúa
el Marco… ¿O es el euro?...
Escrito por: Javier Morera
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