En la pasada sesión de mediados de Agosto, nos
reunimos en nuestras tertulias literarias para compartir opiniones sobre la
película LA REINA DE LAS NIEVES.
Rápidamente saltó a la conversación un tema que
siempre es actual y siempre nos enfrenta y nos ocupa… los diferentes sentidos
que en la película tienen los personajes, las relaciones entre ellos y detalles
y características que parecen muy “especiales” para ser irrelevantes en la
trama…
Y estirando de dichas conversaciones aparece el cuento
homónimo de Andersen y las grandes diferencias con dicha cinta cinematográfica…
Un cuento de lectura rápida convertido en película de larga duración… un
ambiente infantil de cuento basado en el amor maternal y fraternal, trasladado
a jóvenes de amor sexual… un interés de enseñar a niños con el cuento algunas
dificultades de la razón frente al amor convertido en la película en seducción,
miedo, chantajes, esclavismo de muchachos jóvenes para una “mujer fatal”…
Y como no entiendes que los “sentidos” de dichas
obras sean tan diferentes… con el mismo nombre… te confundes… te molestas… y
alguien opina que tal vez no hay tantos sentidos… que buscas demasiado… que no
te “líes” la cabeza… que solo es para pasar un rato “pagando” por ver la “peli”
con unas palomitas…
Me recuerda a esos artistas de las corrientes
surrealistas que quieren tan solo una escritura automática, una plástica de
color, un efecto sin más profundidad…
Me recuerda a esa poesía de un romántico tardío
sevillano y maltratado por el destino que cantó:
¡Qué hermoso es ver el día
Coronado de fuego
levantarse,
y a su beso de lumbre
brillar las olas y
encenderse el aire!
¡Qué hermoso es tras la lluvia
del triste otoño en la
azulada tarde,
de las húmedas flores
el perfume aspirar
hasta saciarse!
¡Qué hermoso es cuando en copos
la blanca nieve
silenciosa cae,
de las inquietas
llamas
ver las rojizas
lenguas agitarse!
¡Qué hermoso es cuando hay sueño
dormir bien... y
roncar como un sochantre...
y comer... y engordar...! ¡y qué fortuna
que esto sólo no baste!
Rima LXVIII de Gustavo Adolfo Bécquer
Pues algunos, los románticos entre ellos,
necesitamos encontrar sentido… explicar… saber causas y verdades en casi todo…
para todos… es verdad que es difícil explicar algunas cosas, como el amor, pero
siempre sujetas a alguna intención… a algún deseo… a algún sentido…
Estas semanas hablaremos de un autor y de sus
obras, Nicolás Sparks… que están escritas con sentido, aunque los directores de
cine cuando las trasladan a su lenguaje se permitan trastocar todo como manipuladores
que deciden como malinterpretar formas, fondos y finales…
¡Claro, si no conoces el libro, pues no pasa nada!
¡Y si no buscas ningún sentido… te comes las
palomitas y ya está!
¡Buen provecho!
Escrito por: Javier Morera Betés
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