domingo, 15 de septiembre de 2024

HECHOS, INTERPRETACIONES Y POSVERDAD

 


Todos sabemos, si nos ponemos serios y objetivos, diferenciar los hechos que ocurren, de otras comunicaciones que conllevan interpretaciones, opiniones, gustos, exageraciones, deformaciones, ironías… hasta llegar a la clara mentira basada en falsedades reconocidas.

Siempre ha habido, especialmente entre dirigentes y mandatarios, intereses y tendencias en “manejar” la información para convencer, controlar, manipular… a los “dirigidos” hacia la dirección pretendida… También hemos conocido siempre, con cierta comprensión, las exageraciones de la publicidad… hasta las “cortesías” del protocolo y la galantería… Pero en estos últimos tiempos de globalización y capacidad de comunicación tan extraordinaria, nos topamos con un concepto especial en la desinformación y el despiste de los hechos… estoy tratando el concepto de Posverdad, termino curioso que se emplea desde 2016 de manera muy extendida y que nos intenta acotar muchas formas de desinformar, de ocultar la verdad, de deformar los hechos… de mentir de maneras muy indirectas y sutiles… y que consiguen confundirnos, equivocarnos, distraernos del núcleo y perdernos por las ramas y nudos de caminos que no conducen más que al error.

Matthew d’Ancona en su sencillo y breve libro: Posverdad, de 2017, nos acerca a estos temas… con teorías y ejemplos, con casos y personajes que han marcado ya una época de posverdad… como el ex presidente de Estados Unidos de América, Donald Trump, del cual nos cuenta el autor que es claramente un producto de esta cultura de la posverdad… y que recientemente sigue dándonos ejemplos de esa manera de “confundir” al publico… Pero la tristeza de este autor y del que escribe este post, no es tanto que haya “emisores” no fiables o mentirosos… el gran problema, es como cada vez, con menos sofisticación nos van atrapando, engañando… manipulando… convenciendo y encandilando… como pobres adolescentes ignorantes e inseguros que tienen que aceptar lo que les dice el “listillo” de su banda…

¿Cómo nos engañan con viajes de felicidad?, ¿Con maquinas que harán todo el trabajo? ¿Con inteligencia artificial?, ¿Con líderes que solucionaran la inmigración?, ¿Con inversiones que nos darán fortunas?...

Tristemente, no parece que estemos ganando con nuestras “larguísimas etapas educativas” el análisis crítico y científico con el que nos educaron en los finales del siglo XX, y en su lugar, cada día mas, operan las emociones, las pasiones, los miedos… que tan de moda pusieron los teóricos de otras épocas como el conocido psicoanálisis de principios del XX.

Desechemos todo lo superfluo… el maquillaje, los adornos y el decorado… vallamos a hechos verificables, a testigos de solvencia… y dudemos de todo y de todos, hasta ser asépticos y sanos, maduros y objetivos, realistas y empíricos… Puede que desmontemos algún ingenuo santurrón de buena fe, pero descalabraremos a millones de impostores que solo quieren  nuestro voto o nuestro dinero.

Es difícil conocer la verdad, pero a la mentira se la ve de lejos.


Escrito por: Javier Morera